.....Más sobre la PERRICHOLI y la Mujer Colonial

LA PERRICHOLI Vs LAS TAPADAS LIMEÑAS

Tapadas Limeñas

La tapada limeña se caracteriza por ser una mujer libre, soltera sin apego de sus padres, no toma el nombre del marido al casarse y es dueña de su propia casa. Una antítesis a las mujeres coloniales de la época.

No pide permiso a nadie, sale si se le apetece y todo porque se sienten libres al estar cubiertas bajo un manto que las hacía irreconocibles. Coqueteaban a su gusto sin ser juzgadas, ya que ese manto permitía apreciar sólo uno de sus ojos.

Se podría decir que Micaela Villegas era una tapada limeña, ya que era una mujer con casi las mismas características, y pertenecía a la época. Pero al no tener ningún retrato de ella no está confirmado de que fue una verdadera tapada.

La Perricholi

"...La Perricholi, omnipresente en la imaginación de los limeños prisioneros del mito arcádico, adquiere aquí todo su sentido como cifra de un trágico sortilegio. Lima-Perricholi es devota y voluptuosa. Es la tapada con todas sus argucias, dueña de eficaces instrumentos de dominio (la belleza y el erotismo), verdadera máquina deseante que persiste obstinada en las formas aparentemente liberadas de la modernización" (Triviñoz y otros)

Se puede decir que la limeña del siglo XVIII imprime el sello característico de la época. Entre la picardía y los jugueteos de las tapadas limeñas, se encontraba Micaela Villegas, que cuya personalidad dejo huella en la Lima antigua. Los textos de la época, hacen mención a la mujer limeña como figura inseparable de la fisonomía de la ciudad, tanto de su ambiente como de su arquitectura.

Según Porras Barrenechea, las calles de Lima parecían un baile de mascaras, cuando paseaban las tapadas limeñas coqueteando a los que por allí paseaban. Comenta que Lima “pareció construida por el capricho tiránico de la mujer y dictado de su implacable coquetería.”

Luis Alberto Sánchez, historiador, fue el autor de “La Cenicienta Limeña” la biografía de Micaela Villegas, y detalla el sonido de las pulseras de las mujeres al caminar, las bellísimas telas que usaban para cubrir sus rostros y los abundantes encajes de las faldas que soplaban con el viento al pasar. Ningún hombre podía dejar de ver pasar a las tapadas que andaban en grupos por las calles, sus diademas, collares, brillantes y sortijas deslumbraban en el sol a plena luz del día.

TRIVIÑOZ, Gilberto; NIEVES, Marìa y RODRIGUEZ, Mario "Un hijo (un texto) afligido de Lima" (http://www.marcelfrank.de/lima/literatur/lima/limalahorribleprologo.htm)

http://www.miradamalva.com/mujeres/valero.html